Todos suspiramos al acabar el partido, sonreímos y saboreamos la victoria, pero ahora vienen las dudas. ¿Hubiese sido diferente el resultado de haber estado Kobe Bryant en la cancha?. Yo no lo sé. Lo que está claro es que lo hubiésemos tenido más difícil.
Los Knicks estuvieron casi todo el partido por encima, y los Lakers parecían algo descolocados sin su líder, pero supieron meter presión durante todo el partido acortando rápidamente distancias en el marcador y echando el aliento en el cogote a los neoyorkinos cada vez que éstos se relajaban.
Eddy Curry, con 27 puntos, fue una noche más el máximo anotador de los Knicks, aunque al principio del partido parecía que no era su día, al final encestó dos tiros libres que fueron vitales para ganar el partido.
En los Lakers, Odom fue el máximo anotador con 25 puntos.
David Lee fue de nuevo clave en la buena defensa de los Knicks, con 10 rebotes defensivos y 3 más en ataque, y Marbury estuvo genial moviendo la pelota, anotando 22 puntos y 4 de sus 6 triples tirados.
Con esta nueva (y necesitada) victoria, los Knicks tienen un balance de 20-27, y hoy se enfrentan a los Bobcats en Charlotte.
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